Hace más de 8600 años que el hombre ocupa este espacio que hoy llamamos provincia de La Pampa. Por esa época ya conformaba bandas de cazadores recolectores que hicieron una efectiva valoración de los recursos críticos de la región como son el agua, los pastos naturales y la fauna.
En su trashumancia dejaron profundas y significativas huellas. Al ser descubiertas e investigadas, permiten reconstruir cómo fue la vida cotidiana en esa época y constatar una intensa ocupación y uso del área. También señalan la importancia que los cursos fluviales tuvieron en el desplazamiento y emplazamiento de los grupos humanos. Las largas tradiciones culturales constatadas indican que muchos asentamientos posiblemente hayan sido estacionales. O sea que esos pequeños grupos se trasladaban a través del ámbito pampeano con un eficiente conjunto de herramientas y estrategias para sobrevivir, producto de la alta capacidad de adaptación que habían desarrollado para relacionarse con el medio y las circunstancias. En épocas más recientes, serían alfareros.